Una legislatura más me toca votar como todos los residentes ausentes. En una oficina de correos, antes de las elecciones y sin saber muy bien a quien votar en una región donde siempre han sido 3 escaños para el PP y 2 escaños para el PSOE. Ya lo comentaba el viernes por la noche en el Twitter, ni PP, ni PSOE. Unos no me convencen y otros me han decepcionado. Creo que ya lo he contado anteriormente, asi que no es cuestión de repetirse.
Con esas premisas mis opciones de voto eran las que comenté el viernes. Dos partidos politicos de los de voto «inútil», IU y UPyD, o dar un voto nulo a dos personajes de ficción, Bob la Espona y Popeye, o un personaje público, Marcelino, el entrenador del Racing. Para prepararme el voto nulo recorté una foto del partido del otro día contra el Almeria y me la metí al bolso. Sin saber aun si iba a «inutilizar» o «tirar» el voto, salimos para La Poste a recoger los papeles y dejar el voto.
Una vez allí, todo fue muy rápido. Llegamos diez minutos antes de cerrar la oficina, con lo que para evitar tener que volver otro día, votamos a todo correr. Abrir sobre, elegir papeleta, seleccionar los candidatos del senado, meter las papeletas en los sobres blanco y salmón, meter el certificado del censo en el sobre grande junto con los sobres de voto, poner la direccion de la Audiencia Provicial de Cantabria y entregarlo en el mostrador de La Poste. Rapidísimo. Mi jornada de reflexión fue de 1 minuto.
Al final decidí «inutilizar» el voto…