Solo tenia 4 años, pero me acuerdo perfectamente. Me iban a operar de las amigdalas, si, de nuestras amigas las anginas. Yo estaba todo el dia enfermo y se ve que mis amigdalas y yo no nos llevabamos bien. Los dias previos a la operacion los pase de lo mas contento y tranquilo. Por dos razones: no me daba cuenta de lo que suponia aquello y ademas tenia el congelador lleno de tarrinas de helado, las cuales me habian recomendado para tener una pronta recuperacion. Anda que no me chuleaba yo en el parvulario con mis helados. Todos iban a venir a casa a comerse uno.
Del dia de la operacion me acuerdo de que me anestesiaron localmente, me pusieron una especie de «forceps-bozal» para que no pudiese cerrar la boca y que un señor vino con unas tenazas, las metio en la boca y empezo a cortar cosas. Lo siguiente que recuerdo era estar echado, medio grogui, en una camilla. Me salia un poco de sangre por la boca y a mi solo se me ocurria pensar «vaya, voy a manchar esta sabana tan blanca».
El post operatorio resulto en un dolor continuado de garganta y ningun helado. No estaba yo para helados. Intente tomar uno, pero no pude. Imposible. Creo que los helados eran de Miko si mal no recuerdo. Despues de recuperarme de la operacion empece a comer mejor y a estar menos enfermo.
Pero hay algo que hace que todos los años me acuerde de mis amigdalas. La faringitis, la laringitis o la bronquitis que pillo al no tenerlas. Es matematico. Este año ha vuelto la que mas me visita, la faringitis. Asi que de baja hasta el lunes, antibioticos, mucoliticos, anti inflamantorios, paracetamol y la bufanda alrededor del cuello de constante.
Supongo que esto haya sido mejor que andar todo el dia fastidiado con amigdalitis.