Este fin de semana hemos tenido la visita de unos buenos amigos. Por fin han conocido Toulouse, han probado el pato en todas sus variedades y han disfrutado de un paseo a lo largo del Garona. En la visita solo hemos echado de menos a una cosa, al equipaje. Perdido a la ida y encontrado ya a la vuelta, por Toulouse no ha pasado. Y todo ello, una clara demostracion de la inoperancia de los servicios de recuperacion de equipajes perdidos.
Mis amigos tenian una correspondencia en Amsterdam. Venian desde su origen con KLM, y al llegar a Toulouse, su maleta no estaba. Fuimos al servicio de equipajes perdidos, y ahi no sabian nada. Nos abrieron un dossier, nos regalaron un par de neceseres (con camiseta y todo) y nos dijeron que tranquilos, que en seguida apareceria. Nos dieron un telefono para llamar y saber la evolucion. La cosa pintaba bien.
Paso el viernes, nada, llamamos al telefono varias veces, nada, llamamos al servicio de equipajes del aeropuerto de origen, nada, paso el sabado, nada, volvimos al aeropuerto, nada, paso el domingo, nada, volvimos al aeropuerto a dejar a mis amigos para el avion de vuelta… y aun no habia ni rastro de la maleta. Lo curioso fue que en ese momento nos dijeron que lo mas seguro es que hubiese perdido la identificacion y estuviera en Amsterdam. Bien, nos dijimos, entonces por que no llaman por telefono a Amsterdan y lo comprobamos. Total, una maleta de colores chillones, abandonada desde el viernes y sin ninguna identificacion, igual es algo que podemos ver rapidamente…
…es que…
…no tenemos el numero…
…pero ya os mando un telex…
…lo mejor es que vosotros en Amsterdam vayais a ver…
…decidselo a las azafatas del avion…
…no os preocupeis…
Pasando la patata caliente y lavandose las manos.
Al final mis amigos tuvieron tiempo en Amsterdam y por sus propios medios fueron a mirar al servicio de equipajes. Alli estaba la maleta.
En resumen, una llamadita el primer dia a Amsterdam hubiese resuelto el problema, pero ya sabemos que a la gente lo que mejor se le da es pasarla.